Autor: Maribel Estefanell
Como amantes de los caballos, queremos que éstos sean felices y estén bien cuidados. Pero no sólo se trata de que el animal esté bien alimentado y que disponga de un lugar donde cobijarse, hay más factores que debemos tener en cuenta para conseguir el bienestar de nuestro caballo.
A medida que crece el interés en el bienestar equino, también crece el conjunto de ideas sobre cómo evaluar este bienestar. En este artículo vamos a ir desgranando la evolución y los estudios que se han realizado para conseguirlo.

La evolución del interés por el bienestar animal
Si inicialmente la preocupación por el cuidado del caballo era fundamentalmente por su salud, con la implantación del concepto de “bienestar animal” la actitud de los propietarios por sus animales ha mejorado considerablemente.
La preocupación por el bienestar animal es tan antigua como la ganadería; aunque la razón no fuera tanto por el animal en sí sino por evitar la muerte del animal y que el consumo de su carne fuera de un animal sano.
El término actual de “bienestar animal” incluye tanto el estado físico del animal como el emocional. Para conseguirlo se tendrán en cuenta aspectos como el entorno en el que vive y trabaja el animal, las actitudes y las prácticas humanas y los recursos de que dispone.Para la evaluación del bienestar del caballo el método que más se utiliza es la aplicación de los 5 dominios de bienestar animal.
Se clasifican en 4 dominios físicos funcionales y un quinto dominio, que es el estado mental:
- Nutrición
- Salud
- Entorno
- Comportamiento
- Estado mental

NUTRICIÓN
Todos los animales
SALUD
Garantizar una buena salud física al animal, evitando lesiones, enfermedades y dolor. Es necesario realizar controles veterinarios periódicos, con el objetivo de prevenir oportunamente enfermedades y realizar un tratamiento adecuado.
ENTORNO
Es importante tener en cuenta el lugar donde viven los animales. Deben ser hábitats adecuados a cada especie, que les proporcione protección, resguardo, seguridad y descanso. También se debe propiciar una temperatura térmica apropiada, protegiéndolos de las condiciones adversas del clima.
deben tener agua y comida de calidad, sin padecer hambre ni sed. Se les debe otorgar una alimentación adecuada, ya sea tanto en calidad como en cantidad, de acuerdo con su especie, edad y estado fisiológico.
COMPORTAMIENTO
Propiciar la interacción con otros animales de su misma especie. Debemos asegurar la libertad de expresar un comportamiento normal a la especie. Debemos lograr que los animales sean libres para expresar las pautas propias de comportamiento.
ESTADO MENTAL
Está comprobado científicamente que los animales son seres sintientes. Por lo tanto, es necesario evitar situaciones que les puedan generar miedo, angustia, frustración y estrés. Además, los animales también pueden experimentar emociones y estados mentales positivos, por lo que se debe procurar fomentar estos estados.
Cuando todos estos aspectos son tenidos en cuenta podemos comprobar que el relacionamiento con los equinos nos proporciona bienestar a nosotros los humanos. Se cree que los caballos son capaces de leer las sutiles señales no verbales que revelan las personas tanto consciente como inconscientemente. Su habilidad innata para percibir las emociones y energías hace que cada interacción con ellos sea un espejo revelador. Por lo tanto, el coaching con caballos se convierte en un viaje de autodescubrimiento y autoconocimiento, donde quienes participan aprenden a comunicarse más allá de las palabras y a encontrar la autenticidad dentro de sí mismos.“Estos animales hoy están ayudando mucho a la sociedad. Este método de aprendizaje, que no es terapia, hace que una persona pueda darse cuenta y tratar las creencias limitantes que tiene y, consecuentemente, se desapegue de sus miedos y limitaciones”

“La intensa conexión que se logra con los caballos, ayuda a las personas a potenciar su creatividad para resolver situaciones nuevas, ya sea individualmente o en colaboración con un equipo, así como desarrollar habilidades de escucha, empatía y negociación”, destacan desde la institución española.
¿Cómo es una sesión de coaching con caballos?
En una sesión los animales están sueltos y cada uno tiene un bozal de color distinto para ser identificado. Las personas o grupos que van a hacer coaching se quedan solos vinculándose con los caballos, tocándolos o estando a la distancia.
La experiencia es individual y cada uno percibe y la entiende de forma distinta. Por ese motivo, la interacción con los caballos y los aprendizajes que salen de las sesiones son únicos e irrepetibles. Hay ocasiones, extraordinarias, que se denominan “momento único” en las que el caballo sale de su lógica equina para hacer reflejar lo que le ocurre internamente al individuo.
Pasó con una señora que vino y el caballo se tiró al piso instantáneamente, pero en vez de bajar primero las patas de adelante y después las de atrás (que es como hacen naturalmente), bajó solo las patas de adelante y la cabeza y nunca las de atrás. En menos de un minuto decodificamos que lo que estaba haciendo era reflejo de que la señora tenía problemas de insomnio por la noche y no podía descansar correctamente”,

“Si no lo querés hacer y te llevan obligado, entonces no vas a tener resultados porque lo más importante para el éxito de las sesiones es la voluntad que tiene cada persona para vivir esta experiencia”.Un conjunto emergente de evidencia científica indica que la interacción de humanos con caballos mejora la salud física y mental y el bienestar tanto en niños que viven con discapacidades motoras como en adultos que luchan contra el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o problemas cardíacos y psicológicos.